miércoles, 30 de enero de 2013

VI Lecturas aproximativas, viajar desde casa

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De un viaje de trabajo por la isla-continente, nace este libro del autor estadounidense Bill Bryson. Escrito en 2006, En las Antípodas (RBA Libros) recoge un recorrido de varios meses a lo largo de la gran extensión del territorio australiano. La curiosidad me ha llevado hasta él, a continuación presento mi pequeña e informal reseña para animarles a la lectura:


No sabía absolutamente nada sobre Australia. Olimpiadas, canguros, lejanía, Kylie Minogue, aborígenes, Donna Hay y Commonwealth. De su historia, cero; de su cultura nada. Tenía que buscar algo sobre el país al que había decidido emigrar y descubrí un tipo de lectura a la que no me había acercado antes, los libros de viajes.
Éste ha sido mi primer libro. Lo conseguí en la Obra Social de Acogida y Desarrollo por 1€, así que con doble gusto lo he leído. Es una lectura muy ligera y amena, Bryson se encarga de transportarnos a cada rincón de Australia con unas fantásticas descripciones, algunas hasta hacen soñar. Es un escritor atrevido y divertido, de un humor especial que me hizo reír sola muchas veces en la guagua. Me mantuvo totalmente enganchada de principio a fin, ansiosa por conocer qué le ocurriría en la siguiente parada, lo cual hizo acrecentar mis ganas por irnos allá.
A medida que Bryson iba visitando lugares, yo iba buscándolos en Google Earth y poniendo Street View, parece una locura, pero me encantó la experiencia de leer y ver, los lugares de los que habla (lo recomiendo, lo hice también para ambientarme con La elegancia del Erizo en las calles de París). A pesar de que el libro es de 2006 y la actualización de Google Earth bastante posterior, los edificios eran tal cual sus descripciones, mismo color, entorno idéntico, e incluso mismos carteles en los locales de negocios. Los detalles que da sobre los lugares hicieron posible que encontrara la gran mayoría de ellos. Me lo tomé como un “buscando a Wally” y le di un aliciente más a mi lectura.
Si su obra fuese la única referencia que tiene un viajero para conocer Australia antes de su llegada, pensaría que es una tierra absolutamente mágica y con un encanto especial. En la lejanía, me resulta un país rojo, tranquilo y sonriente.
Es interesante la labor de investigación que ha realizado Bryson, ya que en este relato no se dejen atrás los acontecimientos históricos, además comparte su bibliografía y critica a sus autores. Me ha hecho comprender la juventud del país y las razones de su multiculturalidad y aparente tolerancia a la inmigración. En sus apenas 200 años de vida, la Australia que hoy conocemos se ha posicionado como uno de los mejores lugares del mundo para vivir, destacando su calidad educativa, bonanza económica, seguridad y nivel cultural. (Aún no he conseguido entender la política, es mi tarea pendiente. De momento, la primera ministra, Julia Gillard, me cae bien. Es socialista, atea y pelirroja, creo que voy a darle una oportunidad. Cuando legalice el matrimonio homosexual me caerá mejor, pobre Ian Hunter, que tuvo que venir a Jun a casarse).
Es atractivo en el relato, la curiosidad de Bill Bryson ante temas tan controvertidos como la situación de los aborígenes (materia que me resulta sumamente interesante, espero ahondar más en ella), el no tener miedo a ir a lugares muy alejados y el valorar siempre positivamente lo que ve. Transmite la sensación de vivir cada momento con mucha intensidad (un episodio concreto en el outback con puesta de sol y canguros incluidos me dejó sin habla), se entremezcla con los oriundos, saca todo el jugo a simples conversaciones de bar y se preocupa por conocer la realidad y las realidades.
Definitivamente, su Australia me gusta. Pero no quiero poner mis espectativas muy altas para no llevarnos un chasco. ¿De verdad será todo tan bonito? Igualmente, no va a ser el último libro que lea del escritor, quiero que me haga viajar de nuevo desde casa, mientras esperamos hacer de nuestro proyecto una realidad.

Anexo, mis búsquedas en Google Earth

A continuación, voy a adjuntarles dos pequeños textos con dos fotografías de Google Earth. Les invito a hacer las búsquedas con los datos que les daré para que puedan ver las fotos relacionadas con esos entornos, sobre todo en el primer ejemplo.

White Cliffs, New South Wales. Bill Bryson se encuentra en el porche del White Cliffs Underground Motel


"Unos canguros saltaron ante nosotros y empezaron a pastar de modo pintoresco, el sol se hundió en el horizonte, como en un cambio de decorado, y los impresionantes cielos occidentales se desplegaron con centenares de tonos -resplandecientes rosas, púrpuras oscuros, brochazos de puro carmesí-, en proporciones inconmensurables, porque no había el más mínimo obstáculo entre nosotros y el horizonte. Fue la puesta de sol más extraordinariamente intensa que he visto en mi vida (...)."

Broken Hill, New Soth Wales. Esta vez, Bill Bryson se acerca a una población eminentemente minera, una pequeña ciudad, que describe así:
"Mientras tanto, es una pequeña y agradable ciudad que produce una sensación de laboriosidad y prosperidad similar a la de las películas de Hollywood de 1940 con Jimmy Stewart o Deanna Durbin. En la calle mayor se alinean hermosos edificios de un estilo victoriano modestamente exuberante. Para refrescarnos u poco, Trevor y yo entramos en uno de los muchos imponentes hoteles -tengo que advertir que, en Australia, un "hotel" puede significar muchas cosas: un hotel, un pub, un hotel y un pub- que hay por todas partes. Éste se llamaba Mario´s Palace Hotel, y era majestuoso por fuera -abarcaba media manzana y lo rodeaba una balconada con un complicado dibujo de hierro forjado- (...)".

Mola, ¿eh? :)

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