De
un viaje de trabajo por la isla-continente, nace este libro del autor
estadounidense Bill Bryson. Escrito en 2006, En las Antípodas (RBA Libros) recoge un recorrido de varios meses a lo largo de
la gran extensión del territorio australiano. La curiosidad me ha llevado hasta
él, a continuación presento mi pequeña e informal reseña para animarles a la
lectura:
No sabía absolutamente nada sobre Australia. Olimpiadas, canguros, lejanía, Kylie Minogue, aborígenes, Donna Hay y Commonwealth. De su historia, cero; de su cultura nada. Tenía que buscar algo sobre el país al que había decidido emigrar y descubrí un tipo de lectura a la que no me había acercado antes, los libros de viajes.
Éste
ha sido mi primer libro. Lo conseguí en la Obra Social de Acogida y Desarrollo
por 1€, así que con doble gusto lo he leído. Es una lectura muy ligera y amena,
Bryson se encarga de transportarnos a cada rincón de Australia con unas
fantásticas descripciones, algunas hasta hacen soñar. Es un escritor atrevido y
divertido, de un humor especial que me hizo reír sola muchas veces en la
guagua. Me mantuvo totalmente enganchada de principio a fin, ansiosa por
conocer qué le ocurriría en la siguiente parada, lo cual hizo acrecentar mis ganas por
irnos allá.
A
medida que Bryson iba visitando lugares, yo iba buscándolos en Google Earth y
poniendo Street View, parece una locura, pero me encantó la experiencia de leer
y ver, los lugares de los que habla (lo recomiendo, lo hice también para
ambientarme con La elegancia del Erizo en
las calles de París). A pesar de que el libro es de 2006 y la actualización de
Google Earth bastante posterior, los edificios eran tal cual sus descripciones, mismo color, entorno idéntico, e incluso mismos carteles en los locales de
negocios. Los detalles que da sobre los lugares hicieron posible que encontrara
la gran mayoría de ellos. Me lo tomé como un “buscando a Wally” y le di un
aliciente más a mi lectura.
Si
su obra fuese la única referencia que tiene un viajero para conocer Australia
antes de su llegada, pensaría que es una tierra absolutamente mágica y con un
encanto especial. En la lejanía, me resulta un país rojo, tranquilo y
sonriente.
Es
interesante la labor de investigación que ha realizado Bryson, ya que en este
relato no se dejen atrás los acontecimientos históricos, además comparte su
bibliografía y critica a sus autores. Me ha hecho comprender la juventud del
país y las razones de su multiculturalidad y aparente tolerancia a la
inmigración. En sus apenas 200 años de vida, la Australia que hoy conocemos se
ha posicionado como uno de los mejores lugares del mundo para vivir, destacando
su calidad educativa, bonanza económica, seguridad y nivel cultural. (Aún no he
conseguido entender la política, es mi tarea pendiente. De momento, la primera
ministra, Julia Gillard, me cae bien. Es socialista, atea y pelirroja, creo que
voy a darle una oportunidad. Cuando legalice el matrimonio homosexual me caerá
mejor, pobre Ian Hunter, que tuvo que venir a Jun a casarse).
Es
atractivo en el relato, la curiosidad de Bill Bryson ante temas tan
controvertidos como la situación de los aborígenes (materia que me resulta
sumamente interesante, espero ahondar más en ella), el no tener miedo a ir a
lugares muy alejados y el valorar siempre positivamente lo que ve. Transmite
la sensación de vivir cada momento con mucha intensidad (un episodio concreto
en el outback con puesta de sol y canguros incluidos me dejó sin habla), se
entremezcla con los oriundos, saca todo el jugo a simples conversaciones de bar
y se preocupa por conocer la realidad y las realidades.
Definitivamente,
su Australia me gusta. Pero no quiero poner mis espectativas muy altas para no llevarnos un chasco. ¿De verdad será todo tan bonito? Igualmente, no va a ser el último libro que lea del escritor, quiero
que me haga viajar de nuevo desde casa, mientras esperamos hacer de nuestro proyecto una realidad.
Anexo, mis búsquedas en Google Earth
A continuación, voy a adjuntarles dos pequeños textos con dos fotografías de Google Earth. Les invito a hacer las búsquedas con los datos que les daré para que puedan ver las fotos relacionadas con esos entornos, sobre todo en el primer ejemplo.
White Cliffs, New South Wales. Bill Bryson se encuentra en el porche del White Cliffs Underground Motel
"Unos canguros saltaron ante nosotros y empezaron a pastar de modo pintoresco, el sol se hundió en el horizonte, como en un cambio de decorado, y los impresionantes cielos occidentales se desplegaron con centenares de tonos -resplandecientes rosas, púrpuras oscuros, brochazos de puro carmesí-, en proporciones inconmensurables, porque no había el más mínimo obstáculo entre nosotros y el horizonte. Fue la puesta de sol más extraordinariamente intensa que he visto en mi vida (...)."
Broken Hill, New Soth Wales. Esta vez, Bill Bryson se acerca a una población eminentemente minera, una pequeña ciudad, que describe así:
"Mientras tanto, es una pequeña y agradable ciudad que produce una sensación de laboriosidad y prosperidad similar a la de las películas de Hollywood de 1940 con Jimmy Stewart o Deanna Durbin. En la calle mayor se alinean hermosos edificios de un estilo victoriano modestamente exuberante. Para refrescarnos u poco, Trevor y yo entramos en uno de los muchos imponentes hoteles -tengo que advertir que, en Australia, un "hotel" puede significar muchas cosas: un hotel, un pub, un hotel y un pub- que hay por todas partes. Éste se llamaba Mario´s Palace Hotel, y era majestuoso por fuera -abarcaba media manzana y lo rodeaba una balconada con un complicado dibujo de hierro forjado- (...)".
Mola, ¿eh? :)
Anexo, mis búsquedas en Google Earth
A continuación, voy a adjuntarles dos pequeños textos con dos fotografías de Google Earth. Les invito a hacer las búsquedas con los datos que les daré para que puedan ver las fotos relacionadas con esos entornos, sobre todo en el primer ejemplo.
White Cliffs, New South Wales. Bill Bryson se encuentra en el porche del White Cliffs Underground Motel
"Unos canguros saltaron ante nosotros y empezaron a pastar de modo pintoresco, el sol se hundió en el horizonte, como en un cambio de decorado, y los impresionantes cielos occidentales se desplegaron con centenares de tonos -resplandecientes rosas, púrpuras oscuros, brochazos de puro carmesí-, en proporciones inconmensurables, porque no había el más mínimo obstáculo entre nosotros y el horizonte. Fue la puesta de sol más extraordinariamente intensa que he visto en mi vida (...)."
Broken Hill, New Soth Wales. Esta vez, Bill Bryson se acerca a una población eminentemente minera, una pequeña ciudad, que describe así:
"Mientras tanto, es una pequeña y agradable ciudad que produce una sensación de laboriosidad y prosperidad similar a la de las películas de Hollywood de 1940 con Jimmy Stewart o Deanna Durbin. En la calle mayor se alinean hermosos edificios de un estilo victoriano modestamente exuberante. Para refrescarnos u poco, Trevor y yo entramos en uno de los muchos imponentes hoteles -tengo que advertir que, en Australia, un "hotel" puede significar muchas cosas: un hotel, un pub, un hotel y un pub- que hay por todas partes. Éste se llamaba Mario´s Palace Hotel, y era majestuoso por fuera -abarcaba media manzana y lo rodeaba una balconada con un complicado dibujo de hierro forjado- (...)".
Mola, ¿eh? :)
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